¿Hay que ser Humilde?

La sociedad nos indica que no debemos alardear de nuestra posición privilegiada. Todos sabemos que esa es la máxima de "OT" o de los asesores de imagen de personajes famosos. Pero ¿por qué es así? Es sencillo, presumir de algo que los demás no poseen crea discordia y genera envidias. Nos hace prepotentes a los ojos de los demás y estimula una comparación interna en la que el ego de cada individuo sale maltrecho. Ese ego lastimado le hará criticar y rechazar nuestra postura y no sólo eso, sino a nosotros mismos y a nuestros futuros cuestionamientos. Cuando caes mal a alguien, todos tus actos serán mal vistos y criticados. Un buen remedio es la cura de humildad.

¿Es bueno pensar las cosas?

Existen teorías y personas que opinan que pensar acerca de los problemas, acontecimientos o situaciones de nuestra vida nos otorgan mayor conocimiento y poder sobre ellas. Por otro lado, están quienes aseguran que pensar demasiado en todos estos asuntos no hace más que confundirnos y estresarnos. Así pues, ¿qué hay de cierto en todas estas ideas? Bajo mi punto de vista, ambas partes tienen algo de razón, pero habría que matizar ciertos aspectos en todo caso. En primer lugar, habría que distinguir entre reflexionar y cavilar.

La Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y gestionar tanto las emociones propias como ajenas. Mientras que el concepto de inteligencia clásica atiende al coeficiente intelectual, la inteligencia emocional se relaciona con parámetros de nuestro cerebro más primitivo.

Coeficiente Intelectual vs Inteligencia Emocional
El concepto popular de inteligencia a pesar de ser ambiguo, está relacionado con capacidades muy estereotipadas. Esto nos ha permitido definir un concepto que mida la inteligencia en base a unos tests: el coeficiente intelectual. En este aspecto prima la capacidad verbal, la aptitud matemático-lógica y la visión espacial. También se podría complementar con los dotes musicales y el talento kinestésico (expresión corporal, manifestaciones físicas,...).

¿Quieres ser el número 1?

¿A quién no le puede interesar ser el mejor en cada una de las áreas de nuestra vida? Ser el más guapo, el más alto, el más querido, el más popular, el más inteligente, el más rico,... Es obvio que disfrutar de todas esas ventajas, nos supondrían grandes beneficios. Tan sólo algún "iluso" pondría invonvenientes a tal situación... Intentaré ponerme en la piel de tal pintoresco pensador:
Ser un alfa (persona con alta posición social, económica e intectual) en "el Mundo Feliz" de Aldous Huxley era sinónimo de estar en la élite de los virtuosos. Sin embargo, tras leer tan gran obra, nos quedaba cierto sabor amargo al pensar en el determinismo de un mundo prefabricado. No existían ilusiones ni ansias por mejorar ni autosuperarse. ¿Un alfa que ha nacido con todo dado será más feliz que un beta (persona con baja posición) que no tiene nada que mejorar? Según el punto de vista de Huxley el beta se sentía tan feliz como el alfa, a pesar de contar con menos posibilidades, debido a que él percibía que el alfa debía implicarse y derrochar muchos más recursos. Es decir, ser mejor ofrece mayores beneficios, pero exige de mayores responsabilidades. Por otro lado, habría que destacar que ser el mejor, no implica ser más feliz.