Los seres humanos no somos plantas, luego no basta con quedarnos plantados esperando la lluvia. Nuestro sentido más humano requiere que nos relacionemos e interactuemos con otros humanos. La necesidad de pertenecer a un colectivo así como la de exclusividad componen una dualidad que nos define a la perfección. Esta dualidad requiere de alimentación continua. La seguridad de la pirámide de Maxlow se nos queda pequeña a la hora de sentirnos plenos, realizados o felices.
Si hay algo que está claro, es la capacidad de los seres humanos para "complicanos" la vida. La búsqueda de la felicidad es un objetivo continuo que no tiene fin, puesto que somos seres dinámicos que requerimos en todo momento de estímulos, motivaciones y metas. La carencia de seguridad puede llegarnos a hacer tan infelices como la pura rutina, así que no olvidemos nunca nuestros sueños, estímulos, motivaciones y metas.
